lunes, 15 de julio de 2013

El llano (transgénico) en llamas (2)

Lysenko en su discurso para la SRRA

Trofim Denisovich Lysenko (Трофи́м Дени́сович Лысе́нко) tenía razón. Una vez más queda plenamente demostrada el visionario desarrollo científico de la URSS. Gracias al modelo desarrollado durante su dirección del Instituto de Genética en la década del ’40, y a pesar de las maliciosas críticas de “científicos” como Yakov Borisovich Zel'dovichVitaly Ginzburg, y Pyotr Kapitsa, Lysenko consiguió desarrollar un proceso de hibridización que literalmente conecta al campesinado con la tierra que trabaja. A partir de sus trabajos de campo en la Argentina, Lysenko pudo concretar su sueño de cruzar una variedad de plantas cultivables con los trabajadores encargados de su cuidado. De este modo, los homo vegetalis resultantes tienen un fuerte sentido de pertenencia a la tierra que literalmente los vio nacer, contribuyen con la producción de oxígeno y la reducción del volumen de CO2 en las horas de descanso, y, gracias a su locación en los mismos comedores en donde se crían patos, pavos y gallinas, el ritmo de producción se acrecienta mediante el ingenioso sistema de reducir las horas de oscuridad. Todos beneficios evidentes en el imparable avance hacia el ideal comunista.
            Al presente, existen sólo cuatro variedades de homo vegetalis: el homo sorgensis (nombre común: sojete), el homo algodonensis (gossopium de los pueblos), el homo oryza (arroz-man), y el homo ceratonia (algarroba-man).
            Otro detalle digno de mención en tan loable proyecto es que el fruto de este campesinado se reproduce asexualmente, así que los trabajadores pueden dedicarse a su tarea, de sol a sol, sin distracciones de ninguna índole. El clonable resultado aumenta, además, la cohesión grupal, ya que, la defensa del otro, es, irrefutablemente, la defensa de uno mismo.

Vicente Gonzalo Massot, para La Nueva Provincia, Bahía Blanca. 15/07/2013

2 comentarios:

  1. Sería importante crear una cuarta variedad: el homo canabicus. Flor de tipo este Lysenko.

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    1. Hay todavía discusiones al respecto. Tengamos en cuenta que no hay una postura firme en relación al uso de psicotrópicos como elementos de ampliación de la comprensión de los procesos revolucionarios. Un debate que, claramente, nos debemos. Escuchamos tu propuesta.

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