martes, 9 de julio de 2013

Egipto

¡Akenatón vuelve!
 
Akenatón cumple, Nefertiti dignifica
Ante el virtual empate entre los adeptos del derrocado presidente Mursi y los partidarios del rejunte opositor que intenta liderar el premio nobel de la paz El Baradei, los militares egipcios planean una salida alternativa. La manía de los antiguos egipcios de momificar faraones tendría una inesperada utilidad. Los militares  esperan poder clonar a la pareja Akenatón - Nefertiti a partir de los restos de sus momias. Sería una especular manera de resolver la crisis que enfrenta a "tradicionalistas" y "modernizadores" ya que se combinarían las antiguas técnicas de momificación con los más sofisticados adelantos en biogenética. Varios aspectos del reinado de Akenatón resultarían útiles para conformar a todos los sectores en pugna.  Akenatón, quien asumió con el nombre de Amenhotep IV, instaló el culto a Atón, dios solar, como única deidad tutelar del estado Para alcanzar este objetivo Akenatón debió "limpiar" al entonces todopoderoso clero egipcio que se encargaba de intermediar entre el faraón y diversos dioses.  Por un lado, una religión monoteísta y un estado teocrático podrían resultar útiles  a la hora de acercar posiciones con los Hermanos Musulmanes. Por otro, la eliminación de la corrupta casta de parásitos clericales podría servir de antecedente para acercar posiciones con los elementos demoliberales. Asimismo durante los faraonatos de Amenhotep III y Akenatón el Imperio Nuevo egipcio llego a su momento de mayor expansión y esplendor dominando los territorios de Canaán (actual Israel y Líbano), Siria y Nubia lo que lo coloca en inmejorable situación para satisfacer las veleidades nacionalistas de los militares. Esto permitiría establecer una especie de genealogía legitimante, Akenatón, Nasser, Akenatón (recargado), que sirva de imaginario identitario a las grandes masas egipcias. Pese a las urgencias que provoca la agudización de los enfrentamientos, se ha descartado la utilización lisa y llana de las momias para convocar a un acto en la plaza Tarik, los islámicos rechazan la iconografía humana y para los modernizadores presentan una imagen desprolija. Solo cabe cruzar los dedos esperando que la clonación sea exitosa. Mientras tanto para ganar tiempo los militares egipcios iniciaron una campaña de afiches donde, recurriendo al photoshop, se puede ver a los históricos consortes fundidos en un emocionante abrazo frente a una multitud que los vitorea, con un epígrafe que reza: Akenatón cumple, Nefertiti dignifica.
Todavía se discute que las momias halladas en la tumba KV-35 del Valle de los Reyes, sean las de   Akenatón y Nefertiti, pero esto poco importa en estos cruciales momentos. Se supone que la momia de Nefertiti desapareció, pero llegado el caso se puede justificar su clonación a partir de restos de piel de la bella reina hallados bajo las uñas de Akenatón, resultado de la enfáticos arrebatos pasionales que la belleza de la faraona despertaba en el faraón.
Si esta operación biogenética fracasa se buscarían dobles de Yul Brinner y Lola Flores para suplantar a la pareja original.
Pero lo que genera más reticencias en la estrategia de los militares es el trágico final de la experiencia político-religiosa de Akenatón. Al final de su reinado la reacción de la casta clerical fue fulminante, su nombre fue borrado de las listas de faraones, hasta se prohibió nombrarlo, a él y a su esposa y los símbolos de su nuevo culto fueron prohibidos. Solo se sabe de su período por los restos arqueológicos encontrados en  Amarna, ciudad desde la que reinó y que fue convenientemente arrasada  por sus opositores junto a otras monumentales obras de su gobierno. La momia de Nefertiti fue robada y ocultada. Finalmente, la caída de Akenatón inició una era confusa y  tumultuosa que devino en  la  irreversible decadencia del Imperio Nuevo. 
Clara Egg Zetkin para Aromas de El Cairo. Alejandría. 09/07/2013

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