miércoles, 11 de septiembre de 2013

40 años

Salvador Allende, presidente de Chile

Los enemigos


Ellos aquí trajeron los fusiles repletos
de pólvora, ellos mandaron el acerbo
exterminio,
ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba,
un pueblo por deber y por amor reunido,
y la delgada niña cayó con su bandera,
y el joven sonriente rodó a su lado herido,
y el estupor del pueblo vio caer a los muertos
con furia y con dolor.
Entonces, en el sitio
donde cayeron los asesinados,
bajaron las banderas a empaparse de sangre
para alzarse de nuevo frente a los asesinos.

Por esos muertos, nuestros muertos,
pido castigo.

Para los que de sangre salpicaron la patria,
pido castigo.

Para el verdugo que mandó esta muerte,
pido castigo.

Para el traidor que ascendió sobre el crimen,
pido castigo.

Para el que dio la orden de agonía,
pido castigo.

Para los que defendieron este crimen,
pido castigo.

No quiero que me den la mano
empapada con nuestra sangre.
Pido castigo.
No los quiero de embajadores,
tampoco en su casa tranquilos,
los quiero ver aquí juzgados
en esta plaza, en este sitio.

Quiero castigo.

Pablo Neruda

sábado, 3 de agosto de 2013

Blancanieves y los siete enanos fascistas - tercera y última parte


Con esta entrega, llega a su fin la apasionante historia de la proletaria Blancanieves poniendo coto a las peripecias que tuvo que atravesar para alcanzar la munimisión luego de haberse visto sometida por un sistema capitalista inherentemente opresivo y explotador. ¿Llegará a ver cumplido su sueño de habitar la tierra prometida del comunismo? Lean, pequeños proletarios, y se enterarán.

De la entrega anterior:

-No podemos ponerla bajo la negra tierra. E hicieron un ataúd de vidrio para que se la pudiera ver desde todos los ángulos, la pusieron adentro e inscribieron su nombre en letras de oro proclamando que era hija de un rey.  No podrían tener relaciones con ella, pero al menos podrían exhibirla como un objeto, y obtener, de ese modo, alguna ganancia. Luego expusieron el ataúd en la montaña. Uno de ellos permanecería siempre a su lado para cobrar entrada a quienes quisieran verla. Los animales también vinieron a llorarla: primero un mochuelo, luego un cuervo y más tarde una palomita.

Blancanieves permaneció mucho tiempo en el ataúd sin descomponerse, como si la hubiera tratado Alexei Ivanovich Abrikosov; al contrario, parecía dormir en su sarcófago al estilo del diseñado por el arquitecto Konstantin Melnikov (y no como uno diseñado por Nikolai Tomsky), ya que siempre estaba blanca como la nieve, roja como la sangre y sus cabellos eran negros como el ébano.
Blancanieves en su ataúd.
Ocurrió una vez que el hijo de un miembro del soviet supremo, fue por azar al bosque y se llegó a casa de los enanos a pasar la noche, creyendo que éstos, más allá de sus desviaciones sexuales eran, en el fondo, fieles a los principios comunistas de solidaridad con todos los trabajadores. En la montaña vio el ataúd con la hermosa Blancanieves en su interior y leyó lo que estaba escrito en letras de oro.
Entonces dijo a los enanos:
-Dénme ese ataúd; les daré lo que quieran a cambio, puesto que su plusvalor es prácticamente infinito.
-No lo daríamos por todo el oro del mundo -respondieron los enanos. La finada nos trae buenos recuerdos. Además, eso implicaría poner un valor monetario, y Blancanieves, al igual que los valores políticos que nos han sido inculcados desde nuestra más tierna infancia, no tiene precio. (Sabemos nosotros que hasta ese momento los enanos mentían descaradamente. Eran, después de todo, fascistas, pero frente a la pureza ideológica del hijo del miembro, no pudieron sino rendirse frente a la evidencia de la superioridad de la ideología comunista sobre todas las demás y cambiaron su visión del mundo y de la historia).
-En ese caso -replicó el hijo del miembro- regálenmelo pues no puedo vivir sin ver a Blancanieves. La honraré, la estimaré como a lo que más quiero en el mundo, esto es, como a las Veinte Verdades Leninistas.
Al oírlo hablar de este modo los enanos (ahora transformados en verdaderos hijos de la revolución) tuvieron piedad de él y le dieron el ataúd. La promesa del hijo del miembro del soviet supremo les parecieron dignas de un proletario. El hijo del miembro lo hizo llevar sobre las espaldas de sus servidores, cuasi esclavos proletarios de sus deseos (el sistema, en sus primeros años, aún no había podido sacudirse por completo el yugo feudal de las diferencias clasistas), pero sucedió que éstos tropezaron contra un arbusto y como consecuencia del sacudón el trozo de manzana envenenada que Blancanieves aún conservaba en su garganta fue despedido hacia afuera. Poco después abrió los ojos, levantó la tapa del ataúd y se irguió, resucitada. Sólo había estado atragantada.
-¡Yo misma soy una fábrica! (citando de memoria a su poeta favorito), ¿dónde estoy? -exclamó.
-Estás a mi lado -le dijo el hijo del miembro lleno de alegría.
Le contó lo que había pasado y le dijo:
-Te amo como a nadie en el mundo; ven conmigo a la dacha de mi padre; serás mi mujer.
Entonces Blancanieves comenzó a fingir cariño por él y se preparó la boda con gran pompa y magnificencia, pero guardando el respeto debido a la situación económica imperante entonces en el país. Después de todo, estar con un hijo del miembro era más descansado que siete enanos. Blancanieves sabía pasar sus afectos por el tamiz materialista de la evaluación objetiva de beneficios y perjuicios.
También fue invitada a la fiesta la madrastra criminal de Blancanieves. Después de vestirse con sus hermosos trajes fue ante el espejo y preguntó:
¡Espejito, espejito de mi habitación! ¿Quién es la más hermosa de esta región?
El espejo respondió:
La Reina es la más hermosa de este lugar. Pero la joven prometida del hijo del miembro lo es mucho más.
Entonces la mala mujer lanzó un juramento y tuvo tanto, tanto miedo, que no supo qué hacer. Al principio no quería ir de ningún modo a la boda. Pero no encontró reposo hasta no ver a la joven prometida.
La malvada reina pasmada frente a Blancanieves
Al entrar reconoció a Blancanieves y la angustia y el espanto que le produjo el descubrimiento la dejaron clavada al piso sin poder moverse.
Pero ya habían puesto zapatos de hierro sobre carbones encendidos y luego los colocaron delante de ella con tenazas. Se obligó a la bruja a entrar en esos zapatos incandescentes y a bailar hasta que le llegara la muerte.

Moraleja: todas las formas de explotación sobre el proletariado deben terminar, aunque para ello haya que destruir a los opresores, si se da el caso de no poder transformarlos. Esto también vale para el placer sexual, que en algunos casos puede ser un acto revolucionario y en otros casos, signo reaccionario pequeñoburgués.

Frantz Christian Fanandersen, para Máscara Blanca, Gregorio de Laferrere, Buenos Aires.

martes, 30 de julio de 2013

No a los lobbys

¡URGENTE!
Exclusivo de nuestro corresponsal en Buenos Aires.

 
Frente a las declaraciones de su Santidad el Papa Francisco I contra los lobbys, la Iglesia Católica Argentina, haciendo gala de su verticalidad y rapidez de reflejos, ha decidido disolver el CONSUDEC (Consejo Superior de Educación Católica), la AICA (Agencia Informativa Católica Argentina, en cuya página se puede ver leer la noticia http://aica.org/) entre otros organismos.
 

Ampliaremos.

Para leer el comunicado del CONSUDEC hacer click aquí

viernes, 26 de julio de 2013

Apuntes para una polémica


Como bien saben mis lectores, no es habitual en mí el publicar escritos de una tercera persona, pero en este caso, y puesto que se acusa de liviandad ideológica, banalidad intelectual y pereza en la militancia a una de las augustas editoras de Novedades es que considero necesario dar a luz el texto que se me ha acercado y que es comentario a la nota publicada el 11 de julio del corriente año. He verificado la veracidad de su autoría y hasta donde he podido notar, las fuentes utilizadas por su autora son serias. Quedamos ahora, ansiosos todos, en espera de una respuesta esclarecedora - suponiendo que la hubiere, a este prolegómeno polémico que parece aquí dar comienzo.

Christa Wolf.

in hoc taurus signo vinces - ἐν τούτῳ νίκα
Clara Egg Zetkin ha publicado en estas páginas una suerte de denuesto contra la astrología, apodándola entre irónicas comillas como saber milenario. Obvia decir, para todos los que se han adentrado con conciencia y profundidad en el estudio del marxismo que éste abrevó con fruición de ese saber del que Zetkin pareciera renegar. Por algo será.

Repasemos un poco los hechos en torno a quienes están ubicados bajo la advocación de Tauro.

Nacidos entre: 21 de Abril al 20 de Mayo. Marx nació el 5 de mayo de 1818.
Simboliza: La estabilidad la permanencia. La fuerza de voluntad, la permanencia, la firmeza, la perseverancia, la estabilidad, la concreción, la resistencia, la fuerza, la sensualidad la buena mesa, la forma, la música, el talento vocal, los sentimientos duraderos, la naturaleza, la agricultura y la banca. [¿No son éstas acaso, características que pintan a Karl Marx de cuerpo entero, cual si se tratara, propiamente de una descripción exacta de su persona?]
Elemento: Tierra
Estación: Primavera
Carácter: Paciente
A favor: Son muy tranquilos, tienen mucha paciencia y un don para el ahorro – fijémonos si no, cómo hizo concienzudo uso de los fondos que para su sustento le proporcionara su camarada filosófico, F. Engels.
En contra: Muy tozudos y gruñones, algo avaros y rencorosos.
Día de la semana: Viernes
Color: Verde y Azul
Planeta: Venus
Perfumes: Violeta
Piedras Preciosas y metales: Cobre, aguamarina y esmeralda
Tal vez el más famoso mensaje profético de Karl Marx: "Aunque deje en el camino,
jirones de mi vida yo sé que ustedes levantarán mi nombre
y lo llevarán como bandera a la victoria."
Un Tauro suele ser práctico, decidido y tener una gran fuerza de voluntad. [Una vez más, esto parece sacado de cuanta biografía seria sobre Marx se ha escrito. Los Tauro son personas estables y conservadores, seguirán de forma leal un líder en el que tienen confianza. Y en esto, Marx es taurino por partida doble, ya que se consideraba líder de sus propias ideas, a las que seguía a rajatabla. Líder de líderes, puesto que líder de sí. Todo se atiene a la más rotunda lógica. ¿Qué tendrá Zetkin que decir frente a la evidencia?] Les encanta la paz y tranquilidad y son muy respetuosos con las leyes y las reglas, sobre todo aquellas que instauran mediante el cambio revolucionario de la sociedad en la que se hallan insertos. Respetan los valores materiales [¡¿cómo no ver aquí la más evidente referencia al materialismo dialéctico?!] y evitan las deudas. Son un poco reacios al cambio. Son más prácticos que intelectuales y, como les gusta la continuidad y la rutina, suelen ser de ideas fijas. Los Tauro son prudentes, estables y tienen un gran sentido de la justicia. No suelen hundirse ante las dificultades sino que siguen adelante hasta salir. A veces los Tauro pueden ser demasiado rígidos, argumentativos, egocéntricos y tercos. A los Tauro les gustan las cosas bellas y suelen ser aficionados al arte y la música. Algunos Tauro tienen una fe religiosa poco convencional y muy fuerte. [Una vez más, esta “fe religiosa” es una clara referencia a la fe de Marx en la revolución y en el advenimiento del comunismo. Pretender que el horóscopo dice otra cosa, es, francamente, una actitud reaccionaria.] Les encantan los placeres de la vida, el lujo, la buena comida y bebida. [Y de esto puede dar testimonio directísimo Frederick Lewis Demuth (1851-1929). ¿O no es así, señora Zetkin?]
De hecho, los Tauro deben esforzarse para no dejarse llevar por la tentación de satisfacer en exceso estos gustos.

Eso en caso de los nacidos en Tauro. Pero para los nacidos el 5 de mayo, todo apunta, con meridiana certeza a Karl Marx. Veamos si no:
Los nacidos el 5 de mayo consideran una misión personal educar e iluminar al prójimo. Por muy humildes que sean, ofrecen valiosos consejos sobre cómo mejorar la existencia. Al hacerlo, pueden despertar resentimientos, pues algunos los toman por entrometidos. [¿No se ha pasado acaso la intelectualidad burguesa denostando la figura de Karl Marx?] Otros, en cambio, saben apreciar la sabiduría de sus sugerencias.
Tienen un intelecto bien desarrollado, pero no suelen aplicarlo a cuestiones hipotéticas. Los nacidos este día sólo encuentran significado a su trabajo cuando tratan con teorías aplicadas o ideas prácticas. [¿Y qué cosa es el marxismo sino la aplicación material de una práctica filosófica y política?] Su éxito puede medirse por la capacidad para empezar desde cero después de un revés o una derrota.
En ocasiones, la familia y los amigos se sienten limitados por los prejuicios de los nacidos el 5 de mayo sobre la conducta ajena. Todo el mundo desea ser apreciado por sus cualidades personales, un hecho que algunos nacidos el día 5 pasan por alto. Como todo orador necesita un público, lo más trágico que le puede pasar a una persona nacida el 5 de mayo es pasar inadvertida, de modo que hará todo lo posible para evitar tal situación. El tema del despertar destaca en los nacidos este día, que se esfuerzan por estimular y motivar, por revelar las realidades importantes, rompiendo los velos de la ilusión. Ya sea instando a los que los rodean a defenderse, rebelarse o simplemente mejorar pequeños aspectos de su vida cotidiana, los nacidos este día instan a los demás a pasar a la acción. No toleran la ignorancia o la falta de conciencia en los demás, ya sean éstos familiares, amigos o colegas.
[¡Vamos Zetkin! ¡Qué puede decir ahora! ¿Dónde está su abotagada prosa a la hora de rebatir lo irrebatible?] Estos individuos protegen celosamente su papel de educadores o figuras de autoridad, y compiten con quienes desean usurpar su posición. Deben evitar agredir directamente a sus rivales; de lo contrario ahuyentarán a sus aliados o simpatizantes. La tolerancia no es una de las virtudes de los nacidos este día, que se enfurecen particularmente ante las actitudes pasivas. [¿hay necesidad de ser más claros?] Por otra parte, pueden demostrar una paciencia infinita cuando advierten una mejoría, aunque sea gradual.
Yo soy tauro en mi rodeo
Y taurazo en rodeo ajeno;
Siempre me tuve por güeno
Y si me quieren probar,
Salgan otros a cantar
Y veremos quién es menos.
Carlos Marx, comparte su taurino signo con una hueste insigne de camaradas zodiacales, lo que refuerza aún más la solidez de esta aproximación materialista al futuro (¿acaso hay algo más material que un planeta?): Ho Chi Minh, Hugh Hefner, Marilyn Monroe, Rudolf Nureyev, Stevie Wonder, Jodie Foster, Tom Cruise, Isadora Duncan, Robespierre, Simón Bolívar, Charles De Gaulle, Roberta Flack, Raúl Alfonsin, y Jerry Lewis, entre otras figuras que revolucionaron la escena de la que formaron parte.

Lud von Vicaskigru, para Die Sinnlichkeit Der Sternzeichenhimmlische Spielregeln Für Irdische Liebesfreuden, Bernal.

jueves, 25 de julio de 2013

¡Llega la segunda parte de Blancanieves y los siete enanos fascistas!


Como prometiéramos, traemos aquí la segunda parte de Blancanieves y los siete enanos fascistas. Recordemos algunas de los presupuestos planteados en la primera parte y que Blancanieves debe aún resolver:
¿Podrá Blancanieves dar los pasos necesarios para pasar de una situación esclavista a una feudal, de allí a una burguesa y finalmente al socialismo? ¿alcanzará la meta final?
¿Reconocerá la dinámica de la historia y abrazará la lucha de clases como metodología de cambio revolucionario? ¿Asegurará la dictadura proletaria para afianzar la duración del marxismo en el tiempo? 
Debemos pues continuar nuestra lectura y análisis - con una sólida discusión teórica a posteriori - a fin de establecer la validez de las actitudes asumida por Blancanieves y el resto de los personajes en esta apasionante historia.

de la primera parte...

¡Espejito, espejito de mi habitación! ¿Quién es la más hermosa de esta región?
Entonces el espejo respondió.
La Reina es la más hermosa de este lugar.
Pero, pasando los bosques,
en la casa de los enanos,
la linda Blancanieves lo es mucho más y los enanos la están pasando bomba.

…La reina quedó aterrorizada pues sabía que el espejo no mentía nunca, salvo bajo presión, obligado a producir “hechos” que en realidad eran mera especulación. Se dio cuenta de que el cazador la había engañado y de que Blancanieves vivía. Reflexionó y buscó un nuevo modo de deshacerse de ella pues hasta que no fuera la más bella de la región la envidia no le daría tregua ni reposo. El capitalismo es así: subsiste a partir de crear necesidades allí donde no las hay y en alimentar deseos allí donde no son necesarios. Cuando finalmente urdió un plan se pintó la cara, se vistió como una vieja buhonera desamparada por la sociedad y olvidada por el sistema y quedó totalmente irreconocible.
Así disfrazada atravesó las siete montañas, llegó a la casa de los siete enanos fascistas, golpeó a la puerta y gritó:
-¡Vendo buena merca! ¡Vendo! ¡Vendo!
Blancanieves miró por la ventana y dijo:
-Buen día, buena mujer. ¿Qué vende usted?
-Excelente merca -respondió-; te hará ver todos los colores.
La vieja sacó una serie de ampollas multicolor, y Blancanieves pensó:
-Bien puedo dejar entrar a esta buena mujer, un par de mogras no me vendrán nada mal. Obviamente, Blancanieves intentaba suplantar la satisfacción de sus necesidades profundas con sucedáneos pasajeros y banales.
Corrió el cerrojo para permitirle el paso y poder comprar un par de ampolletas.
-¡Niña -dijo la vieja- qué mal que te aplicas la heroína! Acércate que te la doy como se debe.
Blancanieves, que no desconfiaba, sobre todo hallándose vulnerable por la baja de afrodisíacos en su sistema, se colocó delante de ella para que le arreglara el lazo con el cual interrumpir el flujo sanguíneo para poder luego inyectarse. Pero rápidamente la vieja lo oprimió tan fuerte que Blancanieves perdió el aliento y cayó como muerta.
Blancanieves se empeña en negar la realidad que la oprime
en vez de intentar cambiarla.
-Y bien -dijo la vieja-, dejaste de ser la más bella. Para lo que te servirá en la muerte afeites y perfumes. Ahora tu plusvalor se reduce a cero. Y se fue.
Poco después, a la noche, los siete enanos fascistas regresaron a la casa y se asustaron mucho al ver a Blancanieves en el suelo, inmóvil. La levantaron y descubrieron el lazo que la oprimía. Lo cortaron y Blancanieves comenzó a respirar y a reanimarse poco a poco.
Cuando los enanos fascistas supieron lo que había pasado dijeron:
-La vieja vendedora no era otra que la malvada reina. ¡Ten mucho cuidado y no dejes entrar a nadie cuando no estamos cerca! ¿Acaso no te das cuenta que como mujer dependes absolutamente no sólo de nuestros deseos sino también de nuestra lectura de la realidad? ¿No te entra en la cabeza que la estructuración de este sistema perverso está justamente sostenido por la desigualdad y que a ti te corresponde el escalafón más bajo? Entonces la penetraron simultáneamente por todos los orificios, para que así recordara la lección.
Cuando la reina volvió a su casa se puso frente al espejo y preguntó:
¡Espejito, espejito, de mi habitación! ¿Quién es la más hermosa de esta región?
Entonces, como la vez anterior, respondió:
La Reina es la más hermosa de este lugar,
Pero pasando los bosques,
en la casa de los enanos,
la linda Blancanieves lo es mucho más, a pesar de que la hayan partido en cuatro.
Cuando oyó estas palabras toda la sangre le afluyó al corazón. El terror la invadió, pues era claro que Blancanieves había recobrado la vida y la situación en lo que hace a la plusvalía se había revertido.
-Pero ahora -dijo ella- voy a inventar algo que te hará perecer.
Y con la ayuda de sortilegios, en los que era experta, fabricó un pene envenenado. Luego se disfrazó tomando el aspecto de otra vieja. Así vestida atravesó las siete montañas y llegó a la casa de los siete enanos. Golpeó a la puerta y gritó:
-¡Vendo buena mercadería! ¡Vendo! ¡Vendo!
Blancanieves miró desde adentro y dijo:
-Sigue tu camino; no puedo dejar entrar a nadie.
-Al menos podrás mirar -dijo la vieja, sacando el pene envenenado y levantándolo en el aire.
Tanto le gustó a la niña que se dejó seducir y abrió la puerta. Cuando se pusieron de acuerdo sobre la compra la vieja le dijo:
-Ahora te voy a ensartar como corresponde.
La pobre Blancanieves, que nunca pensaba mal, dejó hacer a la vieja pero apenas ésta le había puesto el pene el veneno hizo su efecto y la pequeña cayó sin conocimiento.
-¡Oh, prodigio de belleza -dijo la mala mujer-ahora sí que acabé contigo en el sentido literal del término!
Por suerte la noche llegó pronto trayendo a los enanos con ella. Cuando vieron a Blancanieves en el suelo, como muerta, sospecharon enseguida de la madrastra. Examinaron a la niña y encontraron el pene envenenado. Apenas lo retiraron, Blancanieves volvió en sí y les contó lo que había sucedido. Entonces le advirtieron una vez más que debería cuidarse y no abrir la puerta a nadie. Para que recordara la lección, volvieron a enfiestarla, pero esta vez sin protección alguna.
En cuanto llegó a su casa la reina se colocó frente al espejo y dijo:
¡Espejito, espejito de mi habitación! ¿Quién es la más hermosa de esta región?
Y el espejito, respondió nuevamente:
La Reina es la más hermosa de este lugar.
Pero pasando los bosques,
en la casa de los enanos,
la linda Blancanieves lo es mucho más aunque los enanos la hayan, seguramente preñado, en un esfuerzo por convertirla en mero objeto del cual hacer uso, a punto tal de forzarla a reproducir, literalmente, su eventual reemplazo. Capitalismo a ultranza, reina mía.
La reina al oír hablar al espejo de ese modo, se estremeció y tembló de cólera.
Blancanieves, en el imaginario salaz de la Reina
-Es necesario que Blancanieves muera -exclamó-aunque me cueste la vida a mí misma.
Se dirigió entonces a una habitación escondida y solitaria a la que nadie podía entrar y fabricó una manzana envenenada. Exteriormente parecía buena, blanca y roja y tan bien hecha que tentaba a quien la veía, pues con sólo mirarla hacía recordar al rojo sol del amanecer revolucionario; pero apenas se comía un trocito sobrevenía la muerte. Cuando la manzana estuvo pronta, se pintó la cara, se disfrazó de campesina explotada por los capitanes de la industria agrícola y atravesó las siete montañas hasta llegar a la casa de los siete enanos.
Golpeó. Blancanieves sacó la cabeza por la ventana y dijo:
-No puedo dejar entrar a nadie; los enanos fascistas me lo han prohibido.
-No es nada -dijo la campesina- me voy a librar de mis manzanas. Toma, te voy a dar una.
-No-dijo Blancanieves -tampoco debo aceptar nada.
-¿Temes que esté envenenada? -dijo la vieja-; mira, corto la manzana en dos partes; tú comerás la parte roja y yo la blanca.
La manzana estaba tan ingeniosamente hecha que solamente la parte roja contenía veneno. La bella manzana tentaba a Blancanieves y cuando vio a la campesina comer no pudo resistir más, estiró la mano y tomó la mitad envenenada. Evidentemente, las lecciones de los enanos fascitas no habían dado resultado. Apenas tuvo un trozo en la boca, cayó muerta.
Entonces la vieja la examinó con mirada horrible, rió muy fuerte y dijo.
-Blanca como la nieve, roja como la sangre, negra como el ébano. ¡Esta vez los enanos no podrán reanimarte por más que te den hasta quedar acalambrados!
Vuelta a su casa interrogó al espejo:
¡Espejito, espejito de mi habitación!
¿Quién es la más hermosa de esta región? Y el espejo finalmente respondió. La Reina es la más hermosa de esta región.
Entonces su corazón envidioso encontró reposo, si es que los corazones envidiosos pueden encontrar alguna vez reposo en una sociedad donde los medios crean necesidades nuevas cada vez que las anteriores han sido satisfechas.
A la noche, al volver a la casa, los enanitos encontraron a Blancanieves tendida en el suelo sin que un solo aliento escapara de su boca: estaba muerta. La levantaron, buscaron alguna cosa envenenada, aflojaron sus lazos, le peinaron los cabellos, la lava-ron con agua y con vino pero todo esto no sirvió de nada: la querida niña estaba muerta y siguió estándolo. Consideraron la necrofilia, no vieron nada malo en ello, sobre todo teniendo en cuenta que el rigor mortis no era completo, y le dieron hasta saciarse.
La pusieron en una parihuela. se sentaron junto a ella y durante tres días lloraron. Luego quisieron enterrarla pero ella estaba tan fresca como una persona viva y mantenía aún sus mejillas sonrosadas.
Los enanos se dijeron:
-No podemos ponerla bajo la negra tierra. E hicieron un ataúd de vidrio para que se la pudiera ver desde todos los ángulos, la pusieron adentro e inscribieron su nombre en letras de oro proclamando que era hija de un rey.  No podrían tener relaciones con ella, pero al menos podrían exhibirla como un objeto, y obtener, de ese modo, alguna ganancia. Luego expusieron el ataúd en la montaña. Uno de ellos permanecería siempre a su lado para cobrar entrada a quienes quisieran verla. Los animales también vinieron a llorarla: primero un mochuelo, luego un cuervo y más tarde una palomita.

Continuará….

Frantz Christian Fanandersen, para Máscara Blanca, Gregorio de Laferrere, Buenos Aires.