domingo, 13 de julio de 2014

El mundo al derecho, el fútbol al revés

Faltan cuatro horas para que se inicie el partido final entre Argentina y Alemania y en Buenos Aires se escuchan bocinazos. Voy a comprar el pan y delante de mi una señora lleva a su bebé en un carrito del que cuelga una bandera argentina. En la avenida más cercana humildes vendedores tratan de liquidar sus remanentes de banderas, camisetas de Messi y copas del mundo de plástico. En la entrada de casa me cruzo con dos jóvenes vecinos a  los que no les conocía ningún gusto por el fútbol ataviados con la celeste y blanca.  Marketing mundialista en continuado durante las 24hs., presión mediática
alentando el consumo y el patriotismo en su versión futbolera sin dejar resquicio alguno ... y funciona.
Hoy somos un pueblo unido alentando a "nuestros gladiadores albicelestes", el trabajador precarizado que junto a su familia, soportando el frío, vende banderas, cornetas y camisetas y el gerente que se apresta con sus amigotes a ver el partido en su casa del country, el "barra brava" gentilmente  instalado en el Maracaná gracias a los negocios que procura el control territorial de la policía y punteros políticos verá la final en vivo junto a los hombres de negocios, verdaderos dueños del "territorio". Es el mundo al derecho.
El Maracaná  listo para la gran final
Hace un par de años el dócil director técnico Sabella decidió armar un equipo de cebadores de mates para Messi. Con el astro del Barcelona en su mejor momento, desequilibrando con su gambeta de velocidad supersónica, asistiendo con "pases gol" y  haciendo uno, dos, tres y hasta cuatro goles por partido con definiciones magistrales, el DT entenado de Grondona y Bilardo optó por la más fácil, armar "un grupo unido" que se llevara bien con el crack, dejando de lado cualquier intento de acompañar a los muy buenos delanteros argentinos con volantes y defensores que intenten progresar en el campo de manera asociada. El espantoso presente de nuestro fútbol y la carencia de mediocampistas y defensores de jerarquía le dieron la coartada perfecta para elegir esta opción, defenderse "con orden" y "tirarla para adelante", total "Messi y los de arriba algo van a inventar".
Pero resulta que Messi no es el de un año atrás, sea por el resultado de lesiones musculares o por otros motivos, el crack argentino está muy por debajo de su nivel estelar. Entra muy poco en juego, pierde más que gana en los mano a mano pero, así y todo, algunas pinceladas de su enorme calidad han servido para liquidar los partidos de primera ronda frente a rivales menos que mediocres. 
Messi ya no es el mismo: Sabella preocupado
Con un Messi casi ausente, notables actuaciones de Di María e  Higuaín permitieron al seleccionado argentino superar con lo justo a la modesta Suiza y a la timorata Bélgica. En un partido muy cerrado y de juego conservador de parte de los dos equipos Argentina superó a Holanda, su primer rival de jerarquía, gracias a una soberbia actuación de Mascherano, bien acompañado por Enzo Pérez,  y a los penales atajados por Romero.
Alemania es el favorito, como España en los tiempos inmediatamente anteriores, el equipo europeo es el abanderado del buen juego. Jugadores con excelente técnica, juego asociado y en bloque, toque y rotación, desmarque, combinación de pases laterales y en profundidad de acuerdo a la demanda de la jugada, los germanos han demostrado hasta ahora una indiscutible superioridad sobre el resto de los equipos. Haciendo un culto de la tenencia de la pelota -ni su arquero la rifa- aplastó al Portugal de Ronaldo y humilló a un Brasil que había vencido a una sobrevalorada selección colombiana abusando de la pierna fuerte y tirando la pelota lo más lejos posible, tan lejos de las delicias de Didí, Garrincha, Pelé, Gerson, Jairzinho, Socrates, Zico, Romario y Ronaldo. El fútbol al revés.
Pero como se dice habitualmente, "esto es fútbol", y los alemanes pueden tener una mala tarde o Messi volver a ser el de un año atrás o las dos cosas a la vez.
Lo seguro es que, sea cual se el resultado, la lección no será aprendida.
Como después del papelón del '58 en Suecia, cuando Checoslovaquia lapidó al selecciónado argentino con un humillante 6 a 1,  y la conclusión fue que debíamos europeizar nuestro juego mientras que el sudamericano  Brasil con Didí, Garrincha y Pelé arrasaba a sus rivales con un "jogo bonito" que había sido el sello de marca del fútbol argentino hasta pocos años antes. El fútbol al revés.  
 Los intereses que mantienen en la pobreza, económica y deportiva al fútbol argentino son más poderosos que cualquier clase magistral, sea que la dicten los jugadores alemanes o el fantástico Messi. El mundo al derecho.
César Luis Masetti para El Combatiente de Orán, Salta. 13/7/2014

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