lunes, 22 de julio de 2013

¡Qué hijos de Putin!


Nos duele decir que Vladimir V. Putin, presidente de Rusia, país que fuera otrora Matriuska de la URSS y que ahora es un mero pergamino que se extiende en el mapa cual laguna de Chascomús, ha declarado la guerra a los homosexuales. Claramente el poder ofensivo de Rusia ha perdido mucho una vez renunciados los ideales de los padres de la patria.
Frente a esta belicosa declaración, el mundo permanece en silencio. Que esto sea así por parte de las sociedades burguesas y corruptas, no sorprende. Pero que los todavía baluartes de las ideas inmutables, inimputables e incorruptibles del marxismo no digan nada, es, por decirlo con pocas palabras, una vergüenza.
Por lo pronto, el 3 de julio pasado, Putin puso su firma a la ley que prohíbe la adopción de huérfanos rusos a cualquier pareja homosexual, o cualquier pareja (homosexual o no) que viva en un país donde se tolere la homosexualidad o exista matrimonio igualitario.
También ha firmado una ley – justo antes de los juegos olímpicos de invierno de 2014 – que permitirá el arresto de jugadores, entrenadores, turistas, y entusiastas de cualquier país que sean, parezcan, semejen, se sospeche o se intuya que sean homosexuales. Claro que sólo serían encarcelados por 14 días o la duración de la competencia en la cual participare el atleta (o de la que fuera simpatizante la persona). En este caso particular, se advierten, además de obvios motivos sexuales, un espurio deseo por alcanzar la posición "dominante" en el ámbito deportivo, por los medios que sean.
Antes que esto, en el mes de junio, Putín firmó una ley que declara toda “propaganda homosexual” como pornografía. Incluso hablar de propaganda homosexual es pornografía. Este artículo, de acuerdo a Vladimir, sería, por tanto, pornográfico. Da cuenta esto de la desesperación de los títeres de la Federación Rusa por hacerse de cuanta herramienta tengan a mano para evitar la difusión de su implosión entre las masas proletarias, ávidas siempre por consustanciarse con la verdad, la cual es siempre revolucionaria.
El argumento que esgrime el presidente ruso es que la tasa de natalidad moscovita ha caído en el más profundo de los pozos, y por ende hay que procrear a rajatabla y como dé lugar.
Mientras que los pseudo-intelectuales burgueses de países “democráticos” y los desviacionistas del Trotskismo se rasgan las vestiduras frente a lo que definen como atropellos rusos, nadie pone el ojo en lo que ha dado origen a semejante situación: el ahora denominado bullying.
¿Cómo puede pasarse por alto que Vladimir Vladimirovich Putin (Влади́мир Влади́мирович Пу́тин) ha sido víctima, una y otra vez, desde sus años de infancia del más cruel e impiadoso bullying? ¿Cómo no darse cuenta de la inaudita maldad de sus padres quienes le endilgaron semejantes nombres, adosados a semejante apellido? No es difícil comprender cómo el pequeñín, a quien familiares y amigos llamaban “V.V.” (pronúnciese “bebé”) no incubara un feroz resentimiento contra homosexuales de toda laya y color, cuando desde el inicio de su escolarización hasta prácticamente su ascenso a teniente coronel de la KGB, fuera sometido a la burla de amiguitos y compañeros que lo llamaban “Bebé Putín” (Путин ребенком) o “Bebito Tragaldabas” (маленькая обжора ребенка). Así cualquiera desarrolla un odio feroz hacia el objeto con el cual los terceros en discordia lo identifican. Máxime cuando, a juzgar por fotografías de la época, Vladimir, parecía, efectivamente, un vulgar tragaldabas.
María Ivanovna consuela a su pequeño Putin
Vladimir, en su época "Bocuchas Paspadas"
La situación ha llegado a punto tal, y el sufrimiento de Vladimir Putin es tan evidente, que hasta los líderes de las más opiáceas religiones han decidido brindarle apoyo y han organizado un desfile de modelos para recolectar fondos en una campaña denominada “Todos somos Putin.”
Cuando sufría bajo el mote
"Panchito tragó un clavito"
Franciso I por Dolce & Gabbana




         
Bartolomé I (Ortodoxo Ruso)
Sotana Jean-Paul Gaultier

Rab Israel Meir Lau
y su modelito Armani













El gobierno cubano, fiel a sus ideales, ha ofrecido reiniciar las Unidades Militares de Ayuda a la Producción, para dar cobijo a las víctimas de bullying, de cualquier país que sean. Estas unidades serían coordinadas por Pablo Milanés, quien cuenta con amplia experiencia en el tema.

Carlos Alberto "Indio" Solari - circa 1988
Desde la Argentina, el filósofo y repostero Carlos Alberto Solari, ha reiterado su posición al respecto. “Yo no entiendo cómo puede volverse sobre este tema como si fuera un asunto a discutir. Como ya lo dijimos en 1988: Todo pete es político. Esto es más de lo mismo.”


 Aleksandra Sol Zhenitsyn para La Rosa Rusa (Российский Роуз), El Rosedal, CABA.





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