¿Por qué el pollo cruzó la carretera?
En lo que parece ser una más de las derivaciones del conflicto entre las corporaciones rurales y el gobierno nacional, el pasado viernes 25 de julio, se realizó en el auditorio de la “Societá Italiana di Tiro a Segno”, la charla-debate: “¿Por qué el pollo cruzó la carretera?”, de la que participaron como panelistas un puñado de intelectuales de la izquierda vernácula. El por lo menos curioso leiv motiv del encuentro revela el grado de interés y compromiso con el que una parte de la intelectualidad crítica ha seguido los importantes sucesos de los últimos meses.
A continuación transcribimos los que, a criterio de esta cronista, fueron los conceptos más relevantes vertidos por los protagonistas, junto con algunos comentarios y aclaraciones.
Cristian Ferrer
“Lo primero que hay que decir es: ¿qué entidad tiene esta pregunta?, ¿de dónde viene la necesidad de preguntarse, por qué el pollo…..? ¿qué hay detrás de esta pregunta?, ¿podemos siquiera afirmar que un pollo cruzó una carretera?, ¿qué es en definitiva un pollo?, ¿qué es una carretera? O bien ¿por qué el pollo y no más bien la nada, en una encrucijada de dos carreteras desoladas que no llevan a ninguna parte?”
Ferrer consumió su tiempo de exposición formulando preguntas intercaladas con advertencias que no parecían corresponderse demasiado con aquellas. Su último golpe de efecto fue: “Todos hablamos del pollo que cruzó la carretera, pero salvo Tomás Ambraham nadie nos dice que Barón Biza se comió un pollo crudo al costado de la carretera”. Su intención de generar perplejidad naufragó, aparentemente, porque tanto el público como los otros panelistas ya lo conocían.
Horacio Tarcus
Tarcus pretendió, en cambio, hacer un minucioso rastreo histórico de las episódicas y recurrentes apariciones de esa pregunta en la cultura de izquierda argentina. “Podemos afirmar que la introducción de esta pregunta en la cultura de izquierdas argentina nada tiene que ver con el marxismo. Un grupo de exiliados franceses de filiación sindicalista revolucionaria la introdujo en nuestro país alrededor de 1902. Hay clara constancia de ello, tanto, que era el epígrafe que sucedía al nombre del efímero periódico que publicaron : Le Coq Rouge et Noir. Hay también constancia de que el grupo fue expulsado de un congreso de la F.O.R.A. por querer imponer en el orden del día la consideración de aquella pregunta por sobre la discusión de la Ley de Residencia. En realidad, en aquellos tiempos la pregunta era: ¿por qué los pollos cruzan las vías?, dada la preeminencia, entonces, del ferrocarril por sobre el transporte automotor”.
Sin embargo, Tarcus no pudo culminar su exposición pues su tiempo expiró mientras detallaba la biografía política del líder del grupo francés. Tampoco hubo sorprendidos.
Horacio González:
Desestimando lo expuesto por Tarcus, González disparó: “La pregunta recién logró encarnadura en el imaginario político nacional a partir del 17 de octubre de 1945. Esa y no otra fue su fecha de nacimiento. Como ya lo afirmara Don Arturo Jauretche, el pollo cruzando la carretera es una metáfora de hondo contenido nacional y popular derivada de la pregunta que desvelaba a los círculos de intelectuales liberales de entonces: ¿cómo permitimos que los cabecitas cruzaran el Riachuelo?”. Después de una serie de disgresiones que lo remontaron hasta “Las multitudes argentinas” de Ramos Mejía y luego más atrás, hasta “El matadero” de Echeverría, González interrumpió su alocución, disculpándose ante la audiencia: “llego tarde a la función de la nueva versión digitalizada de “Los pollos de Fierro” en la Biblioteca Nacional, están invitados”. Nadie se movió.
Laura Klein:
“El pollo no era tal pollo. La pregunta tal cual está formulada es producto de la visión patriarcal y encubre la pregunta original: ¿por qué la gallina cruzó la carretera? Y la respuesta es clara, lo hizo para abortar, enfrentando las consecuencias de infringir doblemente la ley, abortando y cruzando la ruta por un lugar sin señalizar.”
Con un tono seductor y una mirada algo melancólica, masticando de cuando en cuando la patilla de sus anteojos de lectura, la única panelista femenina se dedicó a fundamentar su hipótesis leyendo párrafos de su muy recomendable libro “Fornicar y Matar”.
León Rozitchner:
“Debemos reformular la pregunta. ¿Porqué los pollos ya no cruzan la carretera? Y está claro que no la cruzan por el terror impuesto, primero por las bandas lópezrreguistas y continuado por la dictadura militar. Hasta que este terror no sea superado, ningún pollo cruzará otra vez una ruta. ¿Dónde fue a parar la sangre del pollo cuando pedimos en un restorán un pollo con papas fritas? ¿Por qué decimos “milanesa de pollo” o “milanesa de carne”? Es una falsa disyuntiva: primero se borra la Sangre del pollo, después se borra la Carne. Y cuando se desestima la pregunta de si fue primero el huevo o la gallina lo que se ocluye es el lugar de la Madre. Años de terror hicieron falta para que olvidásemos estas verdades primordiales: Sangre, Carne, Madre. Todo esto está ocluido detrás de esta en apariencia simple pregunta. Pero recordemos que primero los pollos fueron pisados en las calles por los Falcon verdes y luego, en 1982, por los Unimogs que transportaban a las tropas argentinas hacia el sur para pelear en Malvinas, como lo demostré palmariamente en mi libro “De la guerra sucia a la guerra limpia”, Yo fui testigo presencial de esto último. En una ocasión pude ver cómo un transporte de tropas del Ejército Argentino arrollaba a un indefenso pollo en la ruta 3, mientras me trasladaba a Sierra de la Ventana”. Parte del público presente murmuró sorprendido ante esta última afirmación pues creía recordar que Rozitchner continuaba exiliado en Venezuela durante la Guerra de Malvinas.
El público:
Terminadas las exposiciones y con solo dos espectadores despiertos, se abrió el debate al público. Curiosamente las dos intervenciones interpelaron lo dicho por Rozitchner, quizás porque era más fácil recordar lo dicho por el último orador.
El primero en intervenir, de indudable filiación kirchnerista dijo: “Al revés de lo dicho por Rozitchner, los pollos siguen cruzando la ruta, y lo hacen por terror. Lo hacen al huir aterrorizados de los incendios de pastizales destituyentes que provocan los productores agropecuarios gorilas. ¿Acaso no hemos visto todos Pollitos en fuga?”.
La intervención del segundo oyente fue más extravagante. Después de mirar al piso durante toda la mesa redonda y con la cara algo enrojecida, se paró y rechazando el micrófono manifestó con tono indignado: “Un pollo cruza una ruta una vez cada muerte de obispo, perdón Horacio. Y lo hacen por casualidad. o para joderme a mí. León, yo soy un ignorante, no sé nada de pollitos ni de carreteras pero …esto lo sabe todo el mundo. Al pollo de 1982 no lo pisó ningún transporte militar en la ruta 3. Fue en la ruta 2 y lo embistió un ómnibus de Micromar en el que yo viajaba a Mar del Plata para encontrarme con una bailarina que trabajaba en un teatro de revistas. El puto pollo tapó el radiador con sus plumíferos restos, lo que provocó que el motor se recalentara y finalmente se fundiese a la altura de Coronel Vidal. Estuvimos esperando el auxilio mecánico como dos horas. Mientras tanto caminé mirando al piso y farfullando puteadas alrededor del micro casi la misma cantidad de kilómetros que nos separaban de nuestro destino. Para cuando llegué, con seis horas de atraso, la mina ya se había ido con un croupier drogón a garchar y fumar porro a Villa Gesell”.
Pero ya nadie escuchaba. El poco público que quedaba seguía dormido y los panelistas trataban de ponerse de acuerdo acerca de dónde ir a cenar.
Clara Egg Zetkin para La Gaceta de San Sebastián * 27/07/2008
* “porque San Sebastián…. ¡es más pollo!”
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