alentando el consumo y el patriotismo en su versión futbolera sin dejar resquicio alguno ... y funciona.
Hoy somos un pueblo unido alentando a "nuestros gladiadores albicelestes", el trabajador precarizado que junto a su familia, soportando el frío, vende banderas, cornetas y camisetas y el gerente que se apresta con sus amigotes a ver el partido en su casa del country, el "barra brava" gentilmente instalado en el Maracaná gracias a los negocios que procura el control territorial de la policía y punteros políticos verá la final en vivo junto a los hombres de negocios, verdaderos dueños del "territorio". Es el mundo al derecho.
El Maracaná listo para la gran final |
Pero resulta que Messi no es el de un año atrás, sea por el resultado de lesiones musculares o por otros motivos, el crack argentino está muy por debajo de su nivel estelar. Entra muy poco en juego, pierde más que gana en los mano a mano pero, así y todo, algunas pinceladas de su enorme calidad han servido para liquidar los partidos de primera ronda frente a rivales menos que mediocres.
Messi ya no es el mismo: Sabella preocupado |
Alemania es el favorito, como España en los tiempos inmediatamente anteriores, el equipo europeo es el abanderado del buen juego. Jugadores con excelente técnica, juego asociado y en bloque, toque y rotación, desmarque, combinación de pases laterales y en profundidad de acuerdo a la demanda de la jugada, los germanos han demostrado hasta ahora una indiscutible superioridad sobre el resto de los equipos. Haciendo un culto de la tenencia de la pelota -ni su arquero la rifa- aplastó al Portugal de Ronaldo y humilló a un Brasil que había vencido a una sobrevalorada selección colombiana abusando de la pierna fuerte y tirando la pelota lo más lejos posible, tan lejos de las delicias de Didí, Garrincha, Pelé, Gerson, Jairzinho, Socrates, Zico, Romario y Ronaldo. El fútbol al revés.
Pero como se dice habitualmente, "esto es fútbol", y los alemanes pueden tener una mala tarde o Messi volver a ser el de un año atrás o las dos cosas a la vez.
Lo seguro es que, sea cual se el resultado, la lección no será aprendida.
Como después del papelón del '58 en Suecia, cuando Checoslovaquia lapidó al selecciónado argentino con un humillante 6 a 1, y la conclusión fue que debíamos europeizar nuestro juego mientras que el sudamericano Brasil con Didí, Garrincha y Pelé arrasaba a sus rivales con un "jogo bonito" que había sido el sello de marca del fútbol argentino hasta pocos años antes. El fútbol al revés.
Lo seguro es que, sea cual se el resultado, la lección no será aprendida.
Como después del papelón del '58 en Suecia, cuando Checoslovaquia lapidó al selecciónado argentino con un humillante 6 a 1, y la conclusión fue que debíamos europeizar nuestro juego mientras que el sudamericano Brasil con Didí, Garrincha y Pelé arrasaba a sus rivales con un "jogo bonito" que había sido el sello de marca del fútbol argentino hasta pocos años antes. El fútbol al revés.
Los intereses que mantienen en la pobreza, económica y deportiva al fútbol argentino son más poderosos que cualquier clase magistral, sea que la dicten los jugadores alemanes o el fantástico Messi. El mundo al derecho.
César Luis Masetti para El Combatiente de Orán, Salta. 13/7/2014
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