Este 9 de octubre Barack Obama se ha convertido en el tercer presidente estadounidense en recibir el Premio Nobel de la Paz en ejercicio de su mandato, después de Theodore Roosevelt (1906) y Woodrow Wilson (1919). Quizas algún desprevenido que no conozca los criterios del cómite parlamentario noruego para el premio nobel de la paz, le resulte extraño que el presidente de una potencia que mantiene militarmente ocupados, sobre todo enterrando cadáveres, a Iraquíes y Afganos, haya sido elegido para tan ilustre galardón.
Pero, a no sorprenderse, la coherencia rige los criterios del magno comité. Vean sino el currículum pacifistae del primer Nobel de la Paz estadounidense, Theodore Roosevelt: Dirigió la prefectura de policia de Nueva York en 1895. En 1897, el presidente William Mc Kinley le nombra secretario adjunto para la Armada, puesto desde el que preparó la guerra conta España. Roosevelt actuó astutamente: acusó a España de la destrucción del acorazado Maine en Cuba, sin ninguna prueba. Apoyado por el magnate de la prensa W. R. Hearst, puso a la Armada en estado de alerta sin autorización del presidente McKinley.
Al estallar en 1898 la guerra contra España, se enrola a la cabeza de un regimiento de caballería, los rough riders ("los duros jinetes"), lo que le permite ganarse una desproporcionada reputación de héroe.
Ya como presidente, Roosevelt pronuncia un discurso sobre política exterior, en el que utiliza una fórmula que se ha hecho famosa: "Hay que hablar tranquilamente a la vez que se sostiene un gran garrote". (doctrina del Big Stick). El gobierno de Roosevelt fomenta, financia y apoya la rebelión de Panamá contra Colombia. En 1903 los Estados Unidos reconocen la independencia de Panamá. El 6 de noviembre negocia con el nuevo gobierno panameño un tratado que le deja el control de la zona del canal durante 100 años, previo pago de 10 millones de dolares y un alquiler anual de 250.000 $. En su discurso anual en el Congreso de los Estados Unidos (1904) pronuncia el Corolario Roossevelt que amplía la doctrina establecida por el presidente James Monroe (1823) al conjunto del mundo , al afirmar que los Estados Unidos intervendrían en cualquier asunto de importancia que afectara a sus intereses. En 1905 aplicando la doctrina intervencionista, los Estados Unidos invaden y toman el control del gobierno de la República Dominicana. Terminada la guerra entre Rusia y Japón (1905), Roosevelt que realizó labores de intermediación en dicho conflicto recibe el Premio Nobel de la Paz el 10 de diciembre de 1906.
Ese mismo año el presidente cubano solicita la intervención de las tropas estadounidenses tras una serie de disturbios. Roosevelt envía al ejército en octubre. Durante el período de su presidencia, el ejército de los Estados Unidos estableció en 1903 en Cuba la base de Guantánamo, con unas condiciones tan abusivas, que ni siquiera el gobierno revolucionario pudo ejercer la soberanía nacional y conseguir su devolución al país.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, Roosevelt se pronunció en favor del apoyo a Gran Bretaña (lo que el presidente Wilson no hizo hasta 1917).
Pero, a no sorprenderse, la coherencia rige los criterios del magno comité. Vean sino el currículum pacifistae del primer Nobel de la Paz estadounidense, Theodore Roosevelt: Dirigió la prefectura de policia de Nueva York en 1895. En 1897, el presidente William Mc Kinley le nombra secretario adjunto para la Armada, puesto desde el que preparó la guerra conta España. Roosevelt actuó astutamente: acusó a España de la destrucción del acorazado Maine en Cuba, sin ninguna prueba. Apoyado por el magnate de la prensa W. R. Hearst, puso a la Armada en estado de alerta sin autorización del presidente McKinley.
Al estallar en 1898 la guerra contra España, se enrola a la cabeza de un regimiento de caballería, los rough riders ("los duros jinetes"), lo que le permite ganarse una desproporcionada reputación de héroe.
Ya como presidente, Roosevelt pronuncia un discurso sobre política exterior, en el que utiliza una fórmula que se ha hecho famosa: "Hay que hablar tranquilamente a la vez que se sostiene un gran garrote". (doctrina del Big Stick). El gobierno de Roosevelt fomenta, financia y apoya la rebelión de Panamá contra Colombia. En 1903 los Estados Unidos reconocen la independencia de Panamá. El 6 de noviembre negocia con el nuevo gobierno panameño un tratado que le deja el control de la zona del canal durante 100 años, previo pago de 10 millones de dolares y un alquiler anual de 250.000 $. En su discurso anual en el Congreso de los Estados Unidos (1904) pronuncia el Corolario Roossevelt que amplía la doctrina establecida por el presidente James Monroe (1823) al conjunto del mundo , al afirmar que los Estados Unidos intervendrían en cualquier asunto de importancia que afectara a sus intereses. En 1905 aplicando la doctrina intervencionista, los Estados Unidos invaden y toman el control del gobierno de la República Dominicana. Terminada la guerra entre Rusia y Japón (1905), Roosevelt que realizó labores de intermediación en dicho conflicto recibe el Premio Nobel de la Paz el 10 de diciembre de 1906.
Ese mismo año el presidente cubano solicita la intervención de las tropas estadounidenses tras una serie de disturbios. Roosevelt envía al ejército en octubre. Durante el período de su presidencia, el ejército de los Estados Unidos estableció en 1903 en Cuba la base de Guantánamo, con unas condiciones tan abusivas, que ni siquiera el gobierno revolucionario pudo ejercer la soberanía nacional y conseguir su devolución al país.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, Roosevelt se pronunció en favor del apoyo a Gran Bretaña (lo que el presidente Wilson no hizo hasta 1917).
Al decir de Thorbjon Jagland, presidente del Comité Nobel, Obama - entre otros 205 nominados- se impuso "por sus efuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos" y "por su visión (sic) de un mundo sin armas nucleares".
Casualmente, en la misma semana en que recibió el premio, Obama, cediendo a gentiles requirimientos del General Stanley Mc Christal jefe de las tropas de ocupación en Afganistán, autorizó el envío de 13.000 soldados de refresco a dicho país, sumándolos a los 21.000 que había autorizado enviar el congreso estadounidense.
¡Diploma, medalla y beso para este adalid de la paz mundial!
Ah, me olvidaba, ¡y 1.400.000 dolares!
Peter Brieguel para "El correo de la Un Asco" 10/10/2009
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