sábado, 25 de abril de 2009

"El papá de todos"

-Mami ¿eso qué es?
-Una Virgen
-¿y por qué es virgen?
-Porque es de yeso
Chiste anónimo

El obispo paraguayo Fernando Lugo debió relegar su aspiración de convertirse en Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana y conformarse con la Presidencia del querible pero modesto Paraguay. Mas, "el viejo topo del deseo" socava imperceptible pero infatigable y resulta evidente que Lugo sublimó su truncado deseo de ser Papa convirtiéndose en papá multiple.
Quienes desde la ortodoxia católica consideran que Lugo ha violado uno de las más caras prescripciones para el ejercicio del sacerdocio, el celibato, olvidan que ha seguido a pie y juntillas la orden de oponerse al uso del profiláctico. Estamos frente a un hombre acosado por sus contradicciones frente a los rigores de la doctrina que cogió desde su más tierna edad.
Según la antropóloga sueca radicada en Asunción, Elke Sommer : "Desde el punto de vista del relativismo cultural Lugo no es más que un fiel exponente de la cultura paraguaya. En Paraguay siete de cada diez hijos son anotados por sus madres porque sus padres no los reconocen. Y es en defensa del respeto a ese particularismo, que permite la diversidad en medio del agobiante proceso globalizador, que Lugo debe ser tolerado y apoyado. Apoyo totalmente merecido para alguien que parece haber dedicado buena parte de su existencia apoyar a las sometidas mujeres paraguayas".
Esto por un lado puede granjearle la simpatía del electorado masculino, más si a esto sumamos que las minas que Lugo benefició eran bastante menores que él y estaban "buenas".
A su bien ganada fama de galán habría que agregar la de
putañero viejo. La versión de que Lugo habría contratado los servicios de la femme fatale argentina (preguntar sino
a la familia Pompilio) Jessica Cirio, a la que bendijo " llevando un cirio en la mano" y el hecho de haber sobrevivido al encuentro, también le sumarían puntos entre los "machos" paraguayos; "¡aquel trueno, vestido de nazareno!".
Sin embargo, el socio mayor del frente que lo llevó al poder, el Partido Liberal (eterno furgón de cola del Partido Colorado), conspira abiertamente para desplazar a Lugo y colocar, con el carácter de primer ministro sui generis al actual vicepresidente Federico Franco, miembro de aquel partido. Esto dejaría girando como una peonza a los movimientos políticos y sociales de izquierda que apoyan a Lugo con la esperanza de lograr cambios de corte progresista en el conservador Paraguay.
El Presidente pidió perdón por su "paternidad irresponsable" pero se amparó en el derecho a la privacidad para evitar dar respuesta a otras denuncias de dos mujeres que le adjudican la paternidad de sus hijos y agregó: "cuando las denuncias lleguen a diez mil será hora de pensar en que esta es una cuestión de carácter público y obraré en consecuencia, antes no", afirmó convencido de que "la cantidad se transforma en calidad".
La sugerente ambigüedad de una parrafada en la que expresó: "Este ser humano, presidente del Paraguay, actuará como tal. Al reconocimiento de mis errores personales, cuando la verdad nos acompañe plenamente, verán a este presidente como un padre dispuesto a multiplicar afectos y cuidados" ha incrementado la preocupación de sus colaboradores más cercanos. "Si sigue dispuesto a multiplicar afectos, estamos listos" declaró su principal asesor, que inició contactos inmediatos con dirigentes del Club Atlético River Plate de la argentina para que al menos enseñen a Lugo "como acabar siempre afuera" (copyright La doce).
Desde el campo del "progresismo light" paraguayo se admite que: "Lugo cometió un par de errores o tres cuatro bah, no sabemos, pero lo suyo es sexualmente correcto, al menos no se le dió por los niños".
El mayor problema de Lugo es que basó su campaña en componer una imagen de hombre puro, honesto y creible. Seguramente añorará la suerte de antiguos vecinos como el General Urquiza quién pagó con su vida sus errores políticos y no sus andanzas personales.
Será hora de ponerse a pensar en que es eso de votar "imágenes creibles " en lugar de candidatos politicamente veraces.
Credibilidad v.s. Veracidad, solo una de las muchas cuestiones instaladas a revisar.


Clara Egg Zetkin para El Padrillo de Asunción, 25/04/2009

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